Un seguro es un instrumento financiero que funciona para proteger personas, empresas, animales o bienes materiales ante determinados eventos, accidentes o sucesos que puedan poner en riesgo el patrimonio de un individuo o de una empresa.
Es normal que relaciones la palabra “seguros” con términos complicados y procesos burocráticos ¡pero no necesariamente tiene que ser así! En esta publicación te explicaremos qué es un seguro de una forma sencilla para que conozcas su funcionamiento, entiendas su importancia y estés preparado cuando tengas que utilizar este instrumento.
En una definición simple, se trata de una protección contra determinados tipos de riesgos que puede correr una persona o un bien material.
Sabemos que existen ciertas cosas en la vida que no podemos controlar y los tiempos difíciles pueden llegar en el momento menos esperado. Por este motivo existen los seguros, para ayudarte a cubrir riesgos en caso de accidentes o determinados sucesos que puedan representar un peligro para tu patrimonio.
Supongamos que contratas un seguro para tu hogar que cubre diversos riesgos, entre ellos daños causados por incendio. Un día ocurre un accidente con fuego y tu casa se ve damnificada. En ese momento, puedes activar el seguro y recibir una indemnización por las pérdidas causadas. Este seguro puede llegar a cubrir el valor total de las pérdidas siendo así un respaldo para momentos difíciles.
Cada seguro cuenta con coberturas específicas para lo que necesites. Esto quiere decir que es muy importante que conozcas el seguro que estás contratando y cuáles son los riesgos que puede cubrir. Ten en cuenta que cualquier daño o situación que te suceda y esté por fuera de la cobertura pactada en el contrato de tu seguro, no será motivo para recibir una indemnización.
Si lo explicamos de una forma más detallada, un seguro es un contrato entre dos partes, en el que se establece que una persona, bien material o patrimonio, tiene una cobertura contra determinados riesgos. La parte que cubre los riesgos se identifica como “el asegurador” y la persona que contrata el seguro se identifica como “el tomador de un seguro”. Existe una tercera parte denominada “el beneficiario” que es la persona que recibe la indemnización en caso de que no sea el mismo que lo contrata. Te explicaremos estos términos a continuación:
Autorizada por la Superintendencia Financiera de Colombia, es la persona jurídica que asume los riesgos pactados en el contrato de aseguramiento. De manera más sencilla se trata de las compañías de seguros autorizadas.
También llamado “contratante”, es la persona que suscribe el contrato de seguro, paga la prima y firma la póliza, asumiendo las obligaciones pactadas en el contrato. Esta persona puede ser natural o jurídica.
Es la persona física o jurídica titular del derecho a la prestación asegurada en el momento que se produzca el riesgo. Es decir, la persona designada para recibir la indemnización.
En algunos seguros, como el de autos, tu puedes ser tanto el tomador como el beneficiario. En otros se designa libremente el beneficiario. Por ejemplo, en el seguro de vida, cuando fallece el asegurado los beneficiarios generalmente son los hijos y el cónyuge.
Al obtener un seguro te comprometes a pagar un valor específico (prima), ya sea de contado o a cuotas para que tu patrimonio sea asegurado ante ciertos riesgos y por un determinado periodo de tiempo.
Una vez pactado y firmado el contrato, el beneficiario queda protegido en caso de que llegue a sufrir algún evento que sea cubierto por el seguro adquirido.
Si el asegurado sufre algún accidente o evento cubierto dentro de la póliza del seguro, este podrá activar su seguro y beneficiarse con la indemnización y las condiciones pactadas en el contrato.
Debes tener en cuenta que todos los seguros tienen un plazo de validez y, si dentro de ese plazo no sufriste ningún imprevisto o no tuviste que activar el seguro, no es posible pedir la devolución del dinero. Si la validez de tu seguro caduca, es necesario renovarlo o contratar uno nuevo.
No. Aunque sean palabras que están relacionadas y sea normal escucharlas en un mismo contexto, es importante que sepas que seguro y póliza son dos cosas diferentes.
La póliza es el documento donde se encuentran explicadas todas las coberturas y condiciones del seguro. En Colombia, la póliza debe estar redactada en idioma castellano y debe ser firmada por el asegurador.
De manera sencilla, el seguro es el acuerdo o contrato, y la póliza es el documento que recoge ese acuerdo.
El mercado de los seguros es bastante extenso y cuenta con diversos niveles de personalización, por lo que sería muy difícil describirlos en este artículo. Sin embargo, vamos a contarte sobre dos tipos de clasificación de seguros. La primera clasificación es por el tipo de cobertura ofrecida y la segunda, por la cantidad de personas aseguradas:
Seguros personales: Son todos aquellos que cubren riesgos de personas individuales como los seguros de vida, seguros de viajes y de salud.
Seguros de daños o patrimoniales: Son aquellos que cubren riesgos que pueden afectar el patrimonio de la persona individual y también de las empresas. Por ejemplo, seguros para automóvil, seguros de hogar, transporte, pyme, responsabilidad civil, etc.
Individuales: Cuando es una sola persona la que está contratando el seguro se denomina un seguro individual.
Colectivos: Estos seguros se dividen entre dos o más personas. Permiten dar cobertura a personas que formen parte de un mismo grupo homogéneo o tienen un vínculo común. Por ejemplo los colaboradores de una misma empresa.
Hoy en día es posible asegurar tu patrimonio de distintas maneras. Dentro de los seguros más populares en Colombia podemos encontrar:
Los seguros de vida te dan un respaldo económico que puede cubrir casos de accidente, fallecimiento, o enfermedad grave. Es una forma de asegurarles una protección económico a tu familia en caso de que llegues a faltar. Este tipo de aseguramiento también es necesario a la hora de adquirir un préstamo con una entidad financiera.
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Además del SOAT, puedes asegurar tu carro y protegerte de robos, daños al vehículo, afectaciones a otras personas o a sus bienes, entre otros. Todo esto para cubrir posibles gastos de un accidente de tránsito o un desastre natural como un terremoto.
Este tipo de seguros cubre riesgos que puedan afectar el patrimonio de tu hogar como por ejemplo, daños debidos a causas naturales como lluvia o terremotos, y también en caso de robos.
Los seguros para mascotas protegen a tu perro o gato ante diferentes eventos como accidentes o enfermedades e incluso cubren gastos por cremación y entierro. Un factor importante de estos seguros es que también cubren posibles daños que tu mascota cause a terceros. En Colombia, los perros considerados de razas peligrosas deben estar asegurados de manera obligatoria.
Estos seguros son específicos para cuando te vas de viaje y quieres protegerte ante cualquier tipo de imprevisto mientras estás fuera de casa. Los seguros de viajes pueden cubrir asistencia médica, pérdida de equipaje y pérdidas de conexiones aéreas con cancelación del viaje.
Las condiciones y precios de cada seguro pueden variar de acuerdo con las coberturas seleccionadas y la aseguradora escogida. Por eso, te recomendamos siempre cotizar y comprar diferentes alternativas.
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