Desde la llegada de la pandemia con la Covid-19 nos hemos visto obligados a pasar más tiempo en nuestras casas. Por eso mismo es que, ahora más que nunca, debemos mantener nuestros hogares limpios. Pues, al tener la casa aseada estamos eliminando todos los virus y bacterias posibles, además de ayudar a cuidar tanto nuestra salud física como mental. Es por ello que hemos elaborado una breve guía sobre cómo mantener la casa limpia sin que mueras en el intento.
Si te preguntas cómo mantener la casa limpia, lo primero que debes hacer es tender la cama. Esta acción te permite tener tu espacio ordenado desde el inicio del día ya que, la forma en la que percibimos nuestro espacio personal nos ayuda a ordenar la mente y pensamientos para el resto del día. Además, tender la cama es un hábito que no demora más de cinco minutos y que puedes realizar antes de iniciar tus actividades.
Puede que parezca una tontería, pero es sumamente importante abrir las ventanas de la casa para la entrada de aire limpio, especialmente ahora. Esto debido a que la circulación de oxígeno es una de las defensas más importantes y efectivas para evitar el contagio de Covid-19. Es una práctica bastante simple que se puede hacer mientras se realizan las otras tareas de la casa. En caso de salir, es suficiente con ventilar la casa media hora antes de irse, no es necesario dejar las ventanas abiertas el día entero.
Para nadie es divertido tener que lavar la loza; sin embargo, en muchos hogares la cocina es la entrada a la casa y de no estar estar limpia dará la impresión de estar desordenada, así el resto de la casa no lo esté. La acumulación de platos sucios, sartenes, vasos, ollas y restos de comida también provocará un mal olor en la cocina. En lo posible, es mejor lavar los platos después de cada comida y no olvidar lavar el fregadero, pues este también debe quedar limpio.
Cada vez que llegues a la casa, lo primero que debes hacer después de lavarte las manos es desinfectar y guardar tu ropa. La acumulación de ropa también refleja desorden, por ello, lo mejor es guardar de una vez las prendas que te quitas al llegar a la casa como, por ejemplo, los zapatos o los abrigos y chaquetas, que fácilmente se pueden colgar en un perchero. Lo demás, mételo en el closet o échalo al canasto de la ropa sucia, así no quedará ropa botada en el piso y se acumulará menos polvo.
Intenta dejar las mesas y escritorios lo más libres posible. Al igual que con la cama, la cocina y la ropa, tener las superficies planas despejadas le dará a tu hogar una mayor sensación de espacio, y así, podrás tener mayor orden al interior de tu casa.
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En el caso de vivir en una casa de múltiples plantas, empieza tu limpieza siempre desde el último piso. Hay dos razones principales para limpiar de esta manera. En primer lugar es más fácil y menos desgastante bajar que subir, así que inicia la limpieza desde el piso superior y lleva contigo todos los utensilios que necesites (aspiradora, escoba, trapo, sustancias de limpieza, etc), de manera que ahora solo los tendrán que trasladar hacia abajo. En segundo lugar, al iniciar arriba el polvo que caiga se irá acumulando hacia abajo y así no tendrás que subir de nuevo para limpiarlo.
Los baños son los lugares que más limpios deben permanecer. Por eso, lo ideal sería que los limpiaras todos los días, pero entendemos que por apuro o pereza no lo hagas. Así que nuestra recomendación es que laves la ducha y el lavamanos mientras te bañes y cepillas los dientes para no gastar más de tu tiempo. A su vez, intenta no dejar tu pijama o ropa botada sino guardada o, si es el caso, en el canasto de la ropa sucia. Por último, seca lo que haya quedado mojado y deja la puerta del baño abierta para que pueda ventilar.
Esperamos que estos consejos sobre cómo mantener la casa limpia hayan sido útiles. Recuerda que una casa limpia y organizada comienza por pequeños hábitos diarios. Si quieres leer más conocemos para cuidar tu hogar te invitamos a conocer la sección Hogar dulce hogar de nuestro blog.