Los seguros de viaje en navidad son indispensables para garantizar un viaje de fin de año sin problemas ni grandes gastos...
Desistir de la compra de una vivienda puede ser una decisión difícil, pero en ciertos casos, es la opción más...
Seguramente siempre has tenido un plato de comida sobre tu mesa. Pero ¿te has puesto a pensar qué pasa con los alimentos que no te comes o los que quedan atrás en la cocina que a nadie le interesa? Continúa leyendo esta entrada para saber qué hacer con el desperdicio de alimentos.
Los desperdicios, según el criterio colectivo, son basura. Pero en el fondo, esos desperdicios, no lo son. Es comida que podría alimentar a familias que se encuentren en necesidad. Puede convertirse en ahorro en el hogar, sostenibilidad y conciencia con el medio ambiente.
En muchas familias es normal disponer de alimentos cada vez que abren la nevera, pero no es el caso de muchas otras familias alrededor del mundo. Es ahí cuando se vuelve necesario tomar acción y decidir qué hacer con el desperdicio de alimentos.
En América Latina, se descubrió gracias a un informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con ayuda de la organización británica sobre residuos WRAP, cuáles son los países con mayor porcentaje de desperdicio de alimentos.
Colombia desperdicia 70 kilos por persona al año en comida, siendo el segundo país con más desperdicios de Sudamérica, seguido por México, Brasil y Belice. Y se pone peor, de los hogares proviene el mayor porcentaje de basura al año.
El problema radica en que no se divulga la información y la educación completa acerca del tema, lo que impide dimensionar lo grande que es este asunto.
No es frecuente recibir formación adecuada para desechar los alimentos orgánicos para evitar que lleguen a los vertederos. Es importante continuar promoviendo acciones que frenen la cantidad de basura que producimos.
Reducir el desperdicio de alimentos es esencial para que ahorres en tu hogar, mejores tus acciones sostenibles y contribuyas con el buen mantenimiento del medio ambiente.
Suramérica es el responsable del 20% del volumen global de alimentos que se pierden desde el momento en que se cosechan hasta que llega al mercado minorista. Lo que significa que nuestros campesinos pierden el 12% de sus alimentos al año. Aunque es una cifra muy alarmante, Colombia no es el único país que se encuentra en esa situación.
El 45% de las frutas y vegetales que se cosechan alrededor del mundo se desperdician. Se tiene el pensamiento de que si una fruta o verdura no cumple con los estándares de imagen, debe ser eliminada.
Pero no es lo único, de las 763.000 millones de toneladas de cajas de pasta se desperdicia el 30%. Y el 20% de la producción mundial de la carne de vaca se bota.
En total, con base a las cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se pierden 1.300 millones de toneladas de comida producida para el consumo. Esto es un tercio del total de los alimentos elaborados.
Es un problema que viene desde la raíz, en la producción, cultivo, procesado, distribución y consumo. Pensar en cómo reducir el desperdicio de alimentos es tu responsabilidad también.
Por lo anterior, a continuación, te brindamos las herramientas para que en el día a día, desde la comodidad de tu hogar, disminuyas el desperdicio de alimentos que generas y conozcas qué hacer con el desperdicio de comida.
Para esto, existen varios métodos que se pueden acomodar a ti.
Primero, destina un día a la semana para elaborar la mayoría de comidas que se piensan consumir, ya sea el almuerzo que llevas a la oficina o a la universidad, los desayunos y las cenas. Depende de la necesidad que tengas. Con base en eso, realiza una lista de mercado que permita tener claro cuántos alimentos necesitas a la hora de comprar.
Para evitar el desperdicio de alimentos te aconsejamos que planifiques tu menú. Así prepararás con anticipación tu comida para evitar que se dañe y no gastarás recursos de más.
Gracias al internet tenemos todos los recursos que necesitamos para saber eso, ya sea cortar todos los vegetales y guárdalos en los miles de Tupperwares que tenemos en casa. O porcionar las proteínas en el congelador para que se mantengan frescas por más tiempo.
Constantemente confundimos esas fechas y botamos algo que todavía se puede consumir, como los yogures y las leches.
Por un lado, las fechas de vencimiento se refieren al momento en el cual el producto deja de ser adecuado para el consumo. Este se puede consumir hasta el mismo día en que aparece en la fecha.
Por otro lado, las fechas de preferible consumo indican hasta cuándo el producto mantiene sus propiedades específicas, siempre que se guarde en condiciones adecuadas de conservación. Después de esta, la calidad disminuye, pero no implica problemas para la salud.
Los alimentos que no alcanzas a comer pueden brindarle una comida saludable y rica a personas que no tienen los mismos privilegios que nosotros.
En Colombia, el Banco de Alimentos recibe donaciones en especie para ayudar a poblaciones en condiciones de vulnerabilidad.
Cada semana organiza los alimentos más viejitos hacía el frente de la nevera para no olvidarte de ellos y que no se dañen.
Algo muy importante es comprar los alimentos de productores locales. Así, ahorras dinero y también contribuyes con los campesinos de tu zona.
Las apariencias también engañan. No descartes las frutas y verduras que tienen diferentes formas, colores o tamaños raros, son igualmente beneficiosos, nutritivos y más económicos.
Realiza una composta para desechar los orgánicos, ten un puesto para los reciclables y regala lo que ya no pienses comer que se encuentre en buen estado.
No creas que esta responsabilidad de qué hacer con el desperdicio de comida pertenece a alguien más. Con estas acciones simples puedes aportar un granito de arena para que el mundo sea un mejor lugar.
Explora recetas nuevas y pon toda tu creatividad en el momento de cocinar. Hay cientos de recetas por descubrir y así podemos además contribuir con la economía local.
El cambio para llegar a la meta de Hambre Cero propuesta por las Naciones Unidas comienza desde ya. Contribuirás de esta manera a un futuro sostenible, amigable con el medio ambiente y con tu bolsillo.
Serás también consecuente y responsable de tu consumo individual, que colectivamente lleva al cambio de comunidades, países y de sociedades.
En Pérez Lara nos comprometemos a fortalecer la responsabilidad con el medio ambiente. En nuestro equipo emprendemos acciones simples para garantizar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Cuenta con nosotros para ser tus asesores de seguros. Ponte en contacto con nuestros colaboradores para conocer la gran oferta de seguros que tenemos para ti.
Seguramente siempre has tenido un plato de comida sobre tu mesa. Pero ¿te has puesto a pensar qué pasa con los alimentos que no te comes o los que quedan atrás en la cocina que a nadie le interesa? Continúa leyendo esta entrada para saber qué hacer con el desperdicio de alimentos.
Los desperdicios, según el criterio colectivo, son basura. Pero en el fondo, esos desperdicios, no lo son. Es comida que podría alimentar a familias que se encuentren en necesidad. Puede convertirse en ahorro en el hogar, sostenibilidad y conciencia con el medio ambiente.
En muchas familias es normal disponer de alimentos cada vez que abren la nevera, pero no es el caso de muchas otras familias alrededor del mundo. Es ahí cuando se vuelve necesario tomar acción y decidir qué hacer con el desperdicio de alimentos.
En América Latina, se descubrió gracias a un informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con ayuda de la organización británica sobre residuos WRAP, cuáles son los países con mayor porcentaje de desperdicio de alimentos.
Colombia desperdicia 70 kilos por persona al año en comida, siendo el segundo país con más desperdicios de Sudamérica, seguido por México, Brasil y Belice. Y se pone peor, de los hogares proviene el mayor porcentaje de basura al año.
El problema radica en que no se divulga la información y la educación completa acerca del tema, lo que impide dimensionar lo grande que es este asunto.
No es frecuente recibir formación adecuada para desechar los alimentos orgánicos para evitar que lleguen a los vertederos. Es importante continuar promoviendo acciones que frenen la cantidad de basura que producimos.
Reducir el desperdicio de alimentos es esencial para que ahorres en tu hogar, mejores tus acciones sostenibles y contribuyas con el buen mantenimiento del medio ambiente.
Suramérica es el responsable del 20% del volumen global de alimentos que se pierden desde el momento en que se cosechan hasta que llega al mercado minorista. Lo que significa que nuestros campesinos pierden el 12% de sus alimentos al año. Aunque es una cifra muy alarmante, Colombia no es el único país que se encuentra en esa situación.
El 45% de las frutas y vegetales que se cosechan alrededor del mundo se desperdician. Se tiene el pensamiento de que si una fruta o verdura no cumple con los estándares de imagen, debe ser eliminada.
Pero no es lo único, de las 763.000 millones de toneladas de cajas de pasta se desperdicia el 30%. Y el 20% de la producción mundial de la carne de vaca se bota.
En total, con base a las cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se pierden 1.300 millones de toneladas de comida producida para el consumo. Esto es un tercio del total de los alimentos elaborados.
Es un problema que viene desde la raíz, en la producción, cultivo, procesado, distribución y consumo. Pensar en cómo reducir el desperdicio de alimentos es tu responsabilidad también.
Por lo anterior, a continuación, te brindamos las herramientas para que en el día a día, desde la comodidad de tu hogar, disminuyas el desperdicio de alimentos que generas y conozcas qué hacer con el desperdicio de comida.
Para esto, existen varios métodos que se pueden acomodar a ti.
Primero, destina un día a la semana para elaborar la mayoría de comidas que se piensan consumir, ya sea el almuerzo que llevas a la oficina o a la universidad, los desayunos y las cenas. Depende de la necesidad que tengas. Con base en eso, realiza una lista de mercado que permita tener claro cuántos alimentos necesitas a la hora de comprar.
Para evitar el desperdicio de alimentos te aconsejamos que planifiques tu menú. Así prepararás con anticipación tu comida para evitar que se dañe y no gastarás recursos de más.
Gracias al internet tenemos todos los recursos que necesitamos para saber eso, ya sea cortar todos los vegetales y guárdalos en los miles de Tupperwares que tenemos en casa. O porcionar las proteínas en el congelador para que se mantengan frescas por más tiempo.
Constantemente confundimos esas fechas y botamos algo que todavía se puede consumir, como los yogures y las leches.
Por un lado, las fechas de vencimiento se refieren al momento en el cual el producto deja de ser adecuado para el consumo. Este se puede consumir hasta el mismo día en que aparece en la fecha.
Por otro lado, las fechas de preferible consumo indican hasta cuándo el producto mantiene sus propiedades específicas, siempre que se guarde en condiciones adecuadas de conservación. Después de esta, la calidad disminuye, pero no implica problemas para la salud.
Los alimentos que no alcanzas a comer pueden brindarle una comida saludable y rica a personas que no tienen los mismos privilegios que nosotros.
En Colombia, el Banco de Alimentos recibe donaciones en especie para ayudar a poblaciones en condiciones de vulnerabilidad.
Cada semana organiza los alimentos más viejitos hacía el frente de la nevera para no olvidarte de ellos y que no se dañen.
Algo muy importante es comprar los alimentos de productores locales. Así, ahorras dinero y también contribuyes con los campesinos de tu zona.
Las apariencias también engañan. No descartes las frutas y verduras que tienen diferentes formas, colores o tamaños raros, son igualmente beneficiosos, nutritivos y más económicos.
Realiza una composta para desechar los orgánicos, ten un puesto para los reciclables y regala lo que ya no pienses comer que se encuentre en buen estado.
No creas que esta responsabilidad de qué hacer con el desperdicio de comida pertenece a alguien más. Con estas acciones simples puedes aportar un granito de arena para que el mundo sea un mejor lugar.
Explora recetas nuevas y pon toda tu creatividad en el momento de cocinar. Hay cientos de recetas por descubrir y así podemos además contribuir con la economía local.
El cambio para llegar a la meta de Hambre Cero propuesta por las Naciones Unidas comienza desde ya. Contribuirás de esta manera a un futuro sostenible, amigable con el medio ambiente y con tu bolsillo.
Serás también consecuente y responsable de tu consumo individual, que colectivamente lleva al cambio de comunidades, países y de sociedades.
En Pérez Lara nos comprometemos a fortalecer la responsabilidad con el medio ambiente. En nuestro equipo emprendemos acciones simples para garantizar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
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